IMPLICACIONES DEL QUEHACER DOCENTE

IMPLICACIONES DEL QUEHACER DOCENTE

“El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”

Paulo Freire

Hablar de los diferentes roles, que asume un docente implica una serie de reflexiones que van desde el quehacer, hasta la exposición de conocimientos en el aula, donde se suma las relaciones interpersonales, diálogos constantes, solución de conflictos, entre otras situaciones que integran la labor docente. Se harán algunos contrastes de maestros, que aunque se podría diferir de su labor, parten de la lucha contra lo imposible, en el querer ser.

Para muchos es normal escuchar en pasillos y salas de profesores quejas que intentan justificar, en el fondo, el fracaso del ser docente, sin detenerse a conocer, analizar y comprender la realidad educativa que va más allá de jóvenes que ocupan sillas y cuadernos, donde se han dedicado, en ocasiones a dar soluciones impotentes, ante problemáticas generales que piden un alto en la trasformación educativa. Si bien, los estudiantes son mezcla de realidades, no podemos negarnos ante tal magnitud y menos limitar la posibilidad de acercarse a sus contextos, que cada vez son más agitados, inciertos y desinteresados por aprender.

Por lo cual, un docente, necesita dinamizar, a través de diálogos abiertos el entorno social que vincula maestro-estudiante, y permita que la escuela conozca los entornos que la componen e ineludiblemente entren a ella, y ello exige replantear el rol del maestro, tanto en el aula como en la comunidad, que se desliga de concepciones ortodoxas y heterogéneas. Así pues, al reformular el papel del docente se debe iniciar un proceso de autorregulación, asociado al trabajo cooperativo y contante con toda la comunidad educativa.

Cabe aclarar que cada contexto, tiene formas de recepción distintas, por lo que es probable que no se repitan las experiencias educativas, tal vez, sirven como pretexto para un proceso de autonomía, que empieza el día en que el maestro cambia la rutina y decide enfrentarse a la realidad que atraviesa la enseñanza; además cada contexto tiene conflictos y satisfacciones que enriquecen la labor docente.

Pero, «De todos los problemas que interesan a la regeneración político-social de nuestro pueblo, no conozco uno solo tan menospreciado como el de la educación nacional» )Francisco Giner de los Rios) y éste, sí que es una gran brecha, al desligar el componente educativo de lo social. Situación que viene de tiempo atrás, como lo presenta el cuento “La lengua de las mariposas” de Manuel Rivas, al retomar una problemática social que se lleva al ámbito educativo, tomando represarías contra el maestro que anheñ libertad para los educandos.

Es Don Gregorio, quien a pesar de los años conserva el interés por educar y brindar amor por lo que hace, se podría hablar de una caracterización idílica que toma en cuenta al estudiante-contexto, y a ello se suma el deseo por enseñar y trascender en cada uno de sus estudiantes. «La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un resorte de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar. Cando lleváis el dedo humedecido a un tarro de azúcar ¿a que sienten ya el dulce en la boca como si la yema fuera la punta de la lengua? Pues así es la lengua de la mariposa” Cada instante es aprovechado para enseñar y mostrar el camino de la emancipación, “sin profanar el poder” que se le confiere a un maestro.

En oportunidades se hace por el momento, cuando debe ser para la vida, retomando a Don Gregorio. Pero, es tan triste encontrar profesionales que juegan a ser docentes y gran error, porque no se tiene el interés y la formación, para llevarlo a cabo, esto es el resultado de políticas absurdas que desligan el carácter pedagógico para ejercer en la escuela.

Otra situación presente, es el agotamiento tanto físico como metal, que atraviesa algunos docentes, reflejado en las concepción autoritarita que tienen en la escuela, por lo que se sirven de cualquier pretexto para orientar su clase. Muestra de ello, se puede percibir el cuento “La iniciación” de Roberto Rubiano Vargas, donde se divisa una tentación contradictoria, se rompe “los esquemas del docente” al probar el mundo de los jóvenes, de una manera aterradora, porque se han negado a compartir las concepciones de los estudiantes, dedicándose a juzgar su apariencia, y es cuando aparece la curiosidad.

“Divagan acerca del castigo que se les puede aplicar a los muchachos sorprendidos con la marihuana. Moya habla de las descomposición mundial que se vive últimamente, la música que se escucha y la ropa que usa la juventud, el pelo largo y el pasaje de los Hippies en la calle setenta, no pierde la oportunidad de hacer un giro retorico e hila un discurso teórico acerca de los alucinógenos y su utilización en civilizaciones antiguas. Bustos, en cambio, simplemente siente curiosidad.

-Préndalo, a ver a qué huele…

-Tranquilo que no nos vamos a acabar. Sólo la punta, a ver a que huele”

Podría decir, que esto es el resultado de abnegación que se tiene en la institución, al enseñar de manera aislada del contexto, juzgar la apariencia, tachar comportamientos, que de una u otra manera crean prejuicios. En lo anterior, se trasgrede la imagen del docente, porque se está acostumbrado a verla como modelo de comportamiento, exaltando su autoridad. Cuando se habla de conocer el contexto, remite a saber por qué actúan y visten de manera determinada, sin llegar a tomar sus actitudes, sino partir de esto enseñar, separando los espacios de acercamiento.

A estos roles se suma, el film “Clase” de Laurent Cantet, quien por medio de la dinámica educativa, muestra una escuela integrada por profesores relativamente jóvenes, que se supone tienen nuevas concepciones, herramientas e iniciativas para recrear los ambientes educativos, aunque desafortunadamente se logra evidenciar cansancio y desespero ante el conflicto de estudiantes que nada les motivas y despierta interés por aprehender. Es así, como Francois (profesor de francés) es una combinación ambigua de sentimientos y actitudes. Encontramos el saboteo de clase, sin sabores que pueden hacer perder el control. Un profesor que se ve enfrentado a la multiculturalidad, necesita de coraje para saber sobrellevar cada situación de la que sus estudiantes utilizan para cambiar y alejar el sentido de la clase, donde todo tiene un problema. Por lo que se debe buscar un equilibrio entre confianza y disciplina, mostrando posibilidades de acercamiento y solución a conflictos internos y externos, teniendo en cuenta que cada palabra y actitud son motivo de reproche para refutar al docente.

Lo interesante de ser docente, debe partir del interés por mirar que esconden y acompañas a los jóvenes de hoy. De ahí, que sea difícil tener un modelo pedagógico, porque se retoma lo mejor de cada uno y vendría a ser como “Francois” que atiende a lo precario, imparte autoridad, va a extremos e intenta conocer a sus estudiantes; mostrando interés y tal vez, preocupación por querer saber ¿Qué aprendió?. Pregunta que supone se debería formular a los estudiantes, porque no se trata de llenarlos de contenidos para el momento, sino para la vida. Por todo esto, se pretende que los maestros por medio del trabajo interdisciplinarios se logre ser libres.

Para finalizar, “El rol del educador consiste en proponer problemas en torno a situaciones existenciales codificadas para ayudar a los educandos a alcanzar una visión cada vez más crítica de su realidad. La responsabilidad del educador, tal como la percibe ésta filosofía, es por lo tanto mayor en todos los sentidos que la de aquel colega suyo cuyo deber consiste en transmitir información para que los educandos la memoricen”[1]. Si se logra esa relación, el entorno educativo abra ganado correspondencias en la cultura, se tendrá acercamiento a los jóvenes desde perspectivas efectivos acordes a las necesidades.

Textos relacionados:

• Francisco Giner de los Ríos y los pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza
• Educar para ser hoy
• Las demandas de profesionalización docente y de participación de otros actores en la escuela
• El rol del docente
• La figura del maestro en la historia del pensamiento pesagógico
  

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[1] FREIRE, Paulo. “la naturaleza política de la educación. Cultura poder y liberación.” México, Paidós, 1990. Pág. 75